Foto © Rebecca Ross
Visión General

El impacto de especies invasoras, ya sea plantas, animales o agentes patógenos, es el riesgo más importante para la conservación de la biodiversidad en Galápagos. El 30 de Mayo de 1999, el Gobierno ecuatoriano creó el programa del Sistema de Inspección y Cuarentena para Galápagos (SICGAL), con el objetivo de prevenir el ingreso de especies exógenas a las islas Galápagos. Siendo este un programa incluido dentro de la autoridad sanitaria del país. El Gobierno consideró que Galápagos, al tener un régimen especial, deberá recibir mayor fuerza de acción al sistema de prevención, con lo cual se destinó mayor financiamiento y creó la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos (ABG) el 17 Octubre de 2012, con sede en Puerto Ayora, cantón Santa Cruz, provincia de Galápagos.
La ABG tiene como misión controlar, regular, impedir y disminuir el riesgo de la introducción, movimiento y dispersión de organismos exóticos, por cualquier medio que ponga en riesgo la salud humana, el sistema económico, y la biodiversidad nativa y endémica de las Islas Galápagos. Bajo esta misión, se implementó un sistema de prevención con su tres barreras fitozoosanitarias: control e inspección en puertos y aeropuertos; el monitoreo (seguimiento) de plagas y vigilancia epidemiológica para la detección temprana de nuevas introducciones; y las acciones de emergencia y respuesta rápida, al encontrarse una nueva plaga que represente un peligro para Galápagos, para evitar que se establezca en el archipiélago.
Con el apoyo de Galapagos Conservancy, la ABG ha implantado medidas que han mejorado significativamente el sistema de prevención de Galápagos, tales como: implementación de rayos X en los puntos de inspección en Aeropuertos, mayor número de inspectores fitosanitarios, entre otras. Sin embargo, este proyecto sería de mucha importancia, ya que permitirá a la ABG implementar nuevas y efectivas técnicas de prevención, las cuales sean aplicadas a las diferentes barreras, para minimizar el riesgo de ingreso de nuevas plagas o patógenos, que pongan en riesgo la biodiversidad de las islas y/o a los habitantes de las Islas
Caracoles Africanos

El caracol africano gigante es una de las nuevas plagas que ha comenzado a prosperar en las Galápagos y ya es conocido por ser un peligrosísimo invasor, así como muchas plantas invasoras. Una prioridad ahora es limpiar todas las poblaciones tan rápidamente y eficientemente como sea posible, porque los caracoles son difíciles de encontrar utilizando búsquedas visuales humanas. Los perros pueden ser entrenados para detectar los caracoles y ayudar a las zonas actualmente afectadas así como para buscar nuevas zonas de poblaciones no detectadas anteriormente.
Galapagos Conservancy financió ese programa, trabajando conjuntamente con Island Conservation, la Agencia de Bioseguridad de Galápagos (ABG), y Dogs for Conservation en este proyecto. Dos perros entrenados para detectar los caracoles han estado trabajando con éxito en Galápagos y el proyecto contempla la creación de un programa autosuficiente de entrenamiento de perros de detección en las Islas Galápagos. El objetivo a largo plazo es tener una unidad de perros de detección en las islas que eventualmente tendrá los conocimientos necesarios para seleccionar, capacitar y desplegar más perros para nuevas amenazas de especies invasoras según se sigan identificando dichas amenazas. Estos perros pueden convertirse en una “primera línea de defensa” para el ABG.